En muchos países del mundo, restaurantes, bares y cafeterías reabren sus puertas al público, y para adaptarse a la nueva normalidad, han tomado medidas para atraer a clientes y cumplir con los requerimientos y medidas de prevención actuales.
En París, por ejemplo, han priorizado los espacios en terrazas y se amplió el espacio permitido para ocupar con mesas las veredas. Este modelo se replica en otros puntos de Europa, inclusive hay locales que dividen a los comensales con revestimientos que funcionan como escudos de protección, realizados en plexiglás (una resina sintética).
En España, para poder abrir, los comercios gastronómicos deben cumplir determinadas normas, como establecer una separación de dos metros entre mesas, utilización de mascarillas obligatoria por parte de camareros, y la eliminación en las mesas de menús o cartas, servilleteros y cualquier artículo de uso común.
Un país que se ha destacado en este aspecto es Reino Unido, que desde un principio eliminó el menú impreso, evitando el paso de mano en mano de este elemento, y la permanencia del virus en él. De esta forma, optó por una carta de código QR.
¿Cómo funcionan?
La tecnología es simple. Los menús de código QR permiten, a través de un escaneo con la cámara del celular, acceder digitalmente a la carta de un comercio gastronómico. A raíz de esta nueva necesidad, están surgiendo iniciativas y nuevas apps para acompañarla. Además, muchos dispositivos pueden leer el código sin necesidad de descargar una app para ello.
En sistemas operativos Android, a partir de la versión 9, la cámara del dispositivo realiza el procedimiento por sí misma (si no lo hace por defecto, se debe activar desde la configuración), y en iOS, funciona de manera similar. El usuario sólo debe acceder a la cámara del dispositivo y escanear el código, luego se abrirá una pestaña donde será redirigido. Si el celular no detecta por sí mismo el código, se puede descargar un lector de Qr desde la tienda de aplicaciones.
En esta nueva normalidad surgida a partir de la presencia del COVID-19, los comercios deberán adaptarse para continuar funcionando de forma segura para sus clientes, y la tecnología será un aliado indispensable en esta tarea. En ella se encontrarán las herramientas necesarias para ofrecerle a clientes y consumidores un diferencial que los estimule a seguir siéndolo.